Características Generales.
Muchas veces asociamos la psicoterapia a
una forma de intervención que sólo puede ser de utilidad para personas con
graves problemas psicológicos . Es posible que esto sea así por la confusión
que existe a la hora de diferenciar conceptos como la psicología y la
psiquiatría, o por la manera en la que los medios de comunicación retratan a los psicoterapeutas: personas que sólo
entran en escena para ayudar a personas infelices, que no logran sus objetivos. Sin
embargo, esto no es así. Entre otras cosas, existen enfoques
psicológicos cuyo objetivo es disponer las herramientas terapéuticas necesarias
para que las personas puedan tender a la autorrealización y a la creación de un
sentido para sus propios actos. Es el caso de la Psicología Humanista, dentro
de la cual encontramos un tipo de terapia muy conocido: la Terapia Gestalt.
La Terapia Gestalt pone énfasis en la
manera en la que las cosas que se experimentan son formuladas mentalmente, más
que preocuparse por el contenido de lo que nos ocurre. Esto significa que desde
este tipo de terapia la importancia recae en la forma en la que se experimenta
algo, y no tanto en ese "algo" en sí. No se interviene a partir de
preguntas como "¿qué nos ocurre?", sino desde el "¿cómo nos
ocurre y cómo lo experimentamos?". Es un enfoque que remarca el papel de
las sensaciones subjetivas, ya que parte de los planteamientos de la Psicología
Humanista. Esta terapia pone énfasis en estos tres principios teóricos: la experimentación del "aquí y
ahora", la toma de conciencia y la responsabilidad.
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